Un problema grave en la sociedad actual es la mala conciliación del sueño y no descansar lo suficiente durante la noche.
Alcanzar un estado de relajación profunda nos ayuda a ralentizar la acción del sistema nervioso simpático y estimular el funcionamiento del sistema nervioso parasimpático, el encargado del descanso, la digestión y la restauración de nuestros sistemas.
Algunas asanas te ayudan a relajarte, así que practicar yoga te puede ayudar a dormir mejor.
¿CUÁNTAS HORAS SE RECOMIENDA DORMIR PARA TENER SALUD?
La cantidad de horas suficientes para dormir eficazmente es aproximadamente 8.
Este tiempo es necesario para que el cerebro, el tejido conectivo, los músculos y el sistema inmunológico se recuperen y se descansen de la actividad diaria. Las células gliales están alojadas en el cerebro y realizan, entre otras cosas, la función de apoyo de las neuronas y participan activamente en el procesamiento de la información del cerebro en el cuerpo.
Estas células mantienen las condiciones homeostáticas (oxígeno y nutrientes) y regulan las funciones metabólicas del tejido nervioso, además de proteger físicamente a las neuronas de otros tejidos y posibles patógenos. Todas estas importantes funciones tienen lugar principalmente durante las horas de sueño.
¿CUALES SON LAS MEJORES TÉCNICAS DE RELAJACIÓN PARA CONCILIAR EL SUEÑO?
Si por la noche estás en la cama y no dejas de pasar de un pensamiento a otro, recuerda que el sueño llegará cuando el ritmo de esta sucesión comience a disminuir.
Esto se puede lograr "engañando" a nuestra mente y manteniéndola ocupada con un solo objetivo en lugar de dejarla saltar de un lugar a otro arbitrariamente.
Una técnica de relajación consciente para evitar el insomnio es el llamado Escaneo corporal, mediante el cual recorremos todas las partes de nuestro cuerpo (empezando por los pies, por ejemplo) mientras decimos mentalmente la frase:
"Estoy relajando mis pies, relajo mis pies, mis pies están relajados"
"Estoy relajando mis tobillos, relajo mis tobillos, mis tobillos están relajados"
"Estoy relajando mis piernas, relajo mis piernas, mis piernas están relajadas" y así continuamos con las caderas, manos, brazos, hombros, abdomen, pecho, espalda, cuello, nuca, frente, ojos, mejillas, mandíbulas y hasta órganos internos repitiendo la frase como un mantra.
Esta técnica es utilizada por los Soldados del Ejercito americano y los Marines para poder dormir en situaciones de alto stress. En corto plazo de tiempo, entorno a los 7 minutos consiguen relajar todo su cuerpo para conciliar el sueño incluso sin estar tumbados en una cama.
Cuando tenemos el sueño inquieto con interrupciones durante toda la noche, este hace que nos despertemos exhaustos a la mañana siguiente.
Aplicar ciertos cambios en nuestros hábitos puede ayudarnos considerablemente.
Mantenerse alejado de los dispositivos electrónicos unas horas antes irnos a la cama, evitar situaciones agitadas o cenas pesadas (que requerirán mucha energía para procesar) y ayudar al sistema nervioso a calmarse con algunas de las técnicas mencionadas ayudará a ralentizar los procesos mentales.
Actualmente y debido al Covid -19, seguramente hayamos estado durmiendo mal debido a la preocupación, la inseguridad y la incertidumbre.
Si hemos estado durmiendo mal durante un tiempo, revertir este proceso puede llevar un tiempo, pero desarrollar hábitos saludables nos ayudará enormemente al final.
Estas técnicas no solo deben aplicarse en las noches en las que nos es difícil conciliar el sueño, deben aplicarse regularmente para que sean efectivas.
Aprender a dormir bien también es una práctica, y los pequeños cambios pueden ser de gran ayuda.
Sin embargo, el último paso es descubrir qué está causando realmente la agitación que te impide quedarte dormido.
Y esta es la parte más difícil de una práctica espiritual: estar preparado para observar de cerca nuestros hábitos y especialmente lo que los creó.
Nuestra naturaleza y personalidad se refleja en estos hábitos, en la forma en que comemos, cómo practicamos yoga, cómo dormimos, cómo hablamos con las personas... Estas prácticas actúan como espejos y no siempre nos gusta vernos reflejados en ellos .Aplicar constancia y consistencia valdrá la pena.
Namaste mis Yoguis!