Es un estilo de Yoga creado en los años 80.
En sus clases las diferentes posturas se mantienen durante varios minutos, normalmente de 1 a 5 minutos. Es una práctica que se realiza en frío, sin calentar antes y se hace de manera pasiva. Se dirige a los tejidos conectivos del cuerpo: principalmente la fascia, tendones y ligamentos.
Aunque el esfuerzo físico pueda parecer menor es un verdadero reto mantener las posturas durante esos minutos en quietud, sabiendo encontrar y aceptar nuestros límites sin sobrepasarlos.
Poner peso de forma gradual en los diferentes tipos de tejidos conectivos y al mantener posturas estáticas durante un periodo más largo de tiempo, el yin yoga entrena la fascia para que sea más flexible, mientras fortalece a su vez los ligamentos que sostienen las articulaciones.
Esto hace que nuestros músculos se estiren de una forma más uniforme en las prácticas yang (hatha y vinyasa) y que nuestras articulaciones tienen más libertad y mayor rango de movimiento en las actividades cotidianas del día a día.
La práctica se suele realizar con diferentes soportes para que poder permanecer
en la postura varios minutos mientras relajamos los músculos sea posible
Las distintas posturas inciden en los meridianos de la Medicina Tradicional China (MTC) ayudando a desbloquear y
equilibrar el flujo energético.

* Beneficios del Yin Yoga:
· Mejora la flexibilidad estirando profundamente los músculos.
· Mejora la estabilidad de las articulaciones
· Mayor circulación del líquido sinovial en las articulaciones, las lubrica y se vuelven más flexibles
· Revitaliza aumentando tus niveles de energía
· Mejora la autoestima
· Mejora el funcionamiento de los órganos internos a través del incremento del flujo sanguíneo
· Aumenta el equilibrio emocional
· Reducción del estrés
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