1. Ejercicio adecuado
Tiene que ser un ejercicio completo y relativamente suave sin los efectos secundarios de la fatiga muscular y la sobre estimulación.
Las asanas (posturas) proporcionan lubricación a las articulaciones, a los músculos y a los ligamentos del cuerpo incrementando así la fuerza y la flexibilidad de la columna vertebral. Además estiran y tonifican el cuerpo, incrementando el prana. Este estiramiento y la contracción muscular favorecen la relajación y regeneración de los distintos sistemas corporales.
2. Respiración adecuada
Se estimula una respiración profunda utilizando al máximo la capacidad pulmonar. El objetivo de mejorar los hábitos respiratorios para tener mayor vitalidad.
3. Relajación adecuada
El yoga nos ofrece una mayor resistencia a factores estresantes externos, nos ayuda a liberar las tensiones de los músculos y proporciona sensación de rejuvenecimiento.
La relajación final es un sistema de enfriamiento tanto para mente como para el cuerpo.
4. Dieta adecuada
La dieta debe ser vegetariana, fresca y equilibrada, teniendo en cuenta tu edad, el clima donde vives, la estación del año y el tipo de trabajo que desempeñas.
5. Pensamiento positivo y meditación
Nos ayudan a desarrollar emociones superiores como el amor y la satisfacción que poco a poco sustituyen a las emociones “negativas” como el miedo la ira los celos o la impaciencia.
Feliz día mis yogis. Namaste
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